Otro de los asuntos que llama poderosamente la atención es cómo surgieron los patronímicos que hoy cargan los apelativos del grupo social que habita el municipio. Ya sabemos que los tzoncolcas regresaron a su área de origen en 1695, a instancias de ellos mismos y de las autoridades de la Nueva España. El traslado les permitió someterse totalmente a las metas religiosas y lingüísticas de los españoles. Así, las familias de Tzoncolco no solamente comenzaron a profesar la religión católica, sino, además, también fueron conociendo la lengua española o castellana.
La realidad social del tiempo actual nos indica que los españoles no se limitaron sólo a estos dos aspectos importantes de la cultura europea, sino que quisieron también adoptar sus apellidos en forma artificial en los grupos sociales indígenas, esto es, no hubo mezcla racial o biológica Hoy en día en esta localidad nadie carga apellidos indígenas, como en otros municipios cercanos ubicados en la sierra de Zongolica. Todos cargamos nombres patronímicos europeos. Existen familias con apellidos indígenas, pero ha sido por el resultado de las uniones de parejas entre delguenses y personas provenientes de otros municipios de las zonas serranas.
El fundamento de que en este municipio no hubo mezcla racial entre españoles y nativos parte de la tesis de que sólo contamos con los apellidos de los conquistadores, mas no de los rasgos físicos y genéticos. Esto revela que, en última instancia, lo que ocurrió fue una mezcla de nativos con grupos ya amestizados, lo cual permitió seguir conservando las características físicas de los rasgos indígenas en la mayor parte de la población actual.