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ESTA ES LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO "Rafael Delgado, Realidad y Mito de un Pueblo", de la autoría de Pedro Enríquez Hdez.

UBICACIÓN DEL MUNICIPIO DE RAFAEL DELGADO, VER.

El municipio de Rafael Delgado, Veracruz, México, se encuentra ubicado en la zona centro del Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, en las coordenadas 18° 49” latitud norte y 97° 04” longitud oeste, a una altura de 1,160 metros sobre el nivel del mar.

Limita al norte con Orizaba; al este con Ixtaczoquitlán; al sur con San Andrés Tenejapan, Tlilapan y Nogales; al oeste con Río Blanco. Tiene una superficie de 39.48 Km2, cifra que representa un 0.05% total de la entidad veracruzana. (Enciclopedia Municipal Veracruzana, Gobierno del Estado de Veracruz, Secretaría Técnica, edición 1998)

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viernes, 6 de febrero de 2009

Trapicheros contra Pichones



A finales de la década de los treinta del siglo pasado, a los habitantes de Rafael Delgado se les dotó de tierras después de que los conflictos del campo mexicano obligaron a las autoridades agrarias a repartir las tierras para quienes las trabajaran.


Aquí en el pueblo algunos líderes determinaron ya no sembrar más la caña, dado que las tierras que habían recibido los campesinos delguenses eran las que pertenecían a los hacendados de Jalapilla, quienes todo el tiempo sembraron caña para su industrialización en el ingenio azucarero.


Para que se viera un cambio –opinaban algunos- nosotros ya no sembraremos la caña de azúcar, sino vamos por el cultivo del maíz. A unos les pareció bien la idea, pero otros la rechazaron: prefirieron seguir sembrando la caña. Estas insignificantes diferencias crecieron hasta formarse una verdadera confrontación entre los que deseaban sembrar caña y los que querían sembrar maíz.


El pueblo se dividió en dos partes, una la encabezaba Felipe de la Cruz, quien defendía la idea de seguir cultivando la caña y la otra parte la representaba Alberto Martínez Cenobio, quien iba por el cambio y por la siembra del maíz.


Ambos grupos se enfrascaban en agresiones físicas. La pelea era a muerte. Cuando caía la noche (a la sazón no había energía eléctrica) era común que en las calles se escucharan detonaciones de armas de fuego y gritos violentos de ambos bandos. “Mueran los pichones”, decían a los que estaban a favor de sembrar maíz; “mueran los trapicheros”, a los que querían seguir cultivando la caña.


En ese entonces los vecinos de Rafael Delgado tenían por mercado principal la ciudad de Orizaba, por lo que diariamente los habitantes de este lugar tenían por costumbre ir de compras o a vender algo en esa vecina ciudad. Por la carencia de un servicio público de pasaje, los viajeros se desplazaban a pie, tanto de ida como de regreso.


Cierta tarde, dos pequeños grupos de “pichones” y “trapicheros” se encontraron de frente por el rumbo de San Antonio, a la altura por donde hoy cruza la autopista Veracruz-México y la Calzada San José. Ambas grupos se hicieron de palabras y de las fuertes agresiones verbales pasaron a las agresiones físicas. De entre los jaloneos y golpes resultó herida doña Curiela, quien cayó al suelo ensangrentada. La situación fue aprovechada cobardemente por uno de los enemigos, quien levantó una enorme piedra y la arrojó sobre la cabeza de la señora, privándola de la vida.